Estudiar derecho: motivos y retos de un abogado en México

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Aspirar a abogado en nuestro país implica estar consciente de los desafíos que conlleva la profesión. Desde la rentabilidad del derecho, las múltiples opciones disponibles en escuelas de educación superior, y la realidad del campo laboral, como sus exigencias o las diversas oportunidades de negocio.

El panorama actual de estudiar derecho en México

Actualmente, ser licenciado en derecho es la primera opción de miles de jóvenes mexicanos en edad de considerar las diferentes carreras universitarias para su formación profesional. De acuerdo a datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), esta aspiración ha llevado a la carrera de derecho a convertirse en la tercera más demandada del país con un poco más de 255,000 estudiantes capacitándose en diferentes instituciones.

Son más de 1,600 escuelas de educación superior las que cuentan con planes de estudio para la licenciatura en derecho, con aproximadamente 34 formas distintas de denominaciones. Por esta parte, puede asegurarse que en México existe un panorama fiable en cuanto a carreras universitarias de derecho a comparación de la realidad de otros países.

Analizando la rentabilidad del derecho desde la educación, los estudios del IMCO muestran que los costos dependen, principalmente, de si las Universidades son públicas o privadas. La misma institución promedia los costos generales de la carrera en $34,767 MXN en universidades públicas y de $294,766 MXN en universidades privadas, siendo estas últimas quienes ofrecen variedad de colegiaturas anuales, con el propósito de hacerlas costeables para todos los sectores sociales del territorio.

Además, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en nuestro país hay un aproximado de 442 mil abogados y abogadas de entre 39 y 42 años que ejercen su profesión o que buscan hacerlo. Además, se estima que laboran 39.7 horas semanales, y que la media salarial es de $12,157 MXN mensuales.

En cuanto a las condiciones laborales de las personas que ejercen, los datos demuestran que existe una tasa de ocupación del 94.3%, una tasa de informalidad del 31.0% y una tasa de desempleo del 5.7%.

Como podemos observar, este contexto y los números demuestran un auge en la decisión de estudiar la carrera y una constante competitividad para mantenerse en el negocio.

La concepción social de estudiar derecho

Existen diferentes factores que influyen en la decisión de una persona para elegir la carrera profesional que va a estudiar. En el caso del derecho, puede tratarse de una cuestión de costumbres; de seguir la tradición o el legado familiar que tuvo una formación jurídica; o de concepciones sociales como el posicionamiento burocrático y el obtener un ingreso económico respetable, entre otros.

Algunas motivaciones pueden resultar más convincentes, como la aspiración de convertirse en asesores, socios de grandes firmas jurídicas o incluso el deseo de evadir las carreras que se especializan en ciencias exactas como las matemáticas, creyendo que la carrera no incluirá este tipo de materias. Sin duda alguna, esta carrera es de gran prestigio social, que requiere de un alto nivel de habilidad memorística, y de administración y gestión.

Además, otro gran factor motivante es la variedad de la licenciatura en especialidades que amplían las posibilidades laborales. La docencia, la investigación, el ejercer dentro de un bufete, ser abogado particular o diplomático son algunos de los ejemplos de las oportunidades que se presentan a los egresados de la carrera.

Los nuevos retos y opciones innovadoras para los negocios en derecho

Sin embargo, hay que recordar que las estadísticas presentadas al inicio de este artículo demuestran que el campo del derecho es un espacio reñido de gran competencia que exige responsabilidad y profesionalismo de quienes buscan ejercer. Existe una urgencia por mantenerse actualizado permanentemente, desarrollando habilidades y adquiriendo nuevas capacidades que probablemente no fueron adquiridas a lo largo de los estudios profesionales.

Igualmente, es importante señalar que esta profesión debe reinventarse cada cierto tiempo, adaptándose al entorno y las necesidades a satisfacer. Por ejemplo, recientemente nos enfrentamos a una pandemia mundial que transformó las costumbres de convivencia entre personas, limitando el contacto de los especialistas con sus socios y clientes.

Esto trajo consigo una serie de exigencias para que los abogados pudieran seguir trabajando, dominando las controversias de adaptarse a una nueva forma laboral que la emergencia demandaba.

Esta pandemia demostró que además de continuar aprovechando toda área de oportunidad para mejorar sus servicios, como el innovar teorías o modelos; asistir a cursos, talleres, diplomados o congresos; integrarse a asociaciones de abogados; entre otras, los abogados pueden hacer uso de herramientas como el internet y las redes sociales para ofertar sus servicios digitalmente.

Por último, algunas opciones innovadoras para los negocios de los abogados pueden encontrarse en espacios digitales como Contacta Abogado, que ofrece la oportunidad de dar a conocer sus servicios como profesionales del derecho en cualquiera de sus áreas de especialidad. Aunado a esto, lo más conveniente para estos profesionistas es el generar contenido a través de plataformas digitales que les ayudarán a mantenerse actualizados y obtener una mayor expansión de su trabajo.

FUENTES

Compara Carreras. (2021). Instituto Mexicano para la Competitividad.

CARBONELL SÁNCHEZ, Miguel. ¿Demasiados abogados?. Hechos y Derechos, [S.l.], oct. 2014. ISSN 2448-4725.

CAMPOS SILVA, Javier Arturo. La enseñanza del derecho en México y el derecho fundamental a la educación. Hechos y Derechos, [S.l.], july 2015. ISSN 2448-4725.


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