Tuve un atraso con el pago de mi préstamo que contraté con una casa de empeño. La prenda empeñada fue un auto. Se presentó una comitiva después de inmovilizar mi auto y se lo llevaron. Me turnaron a un despacho de recuperación y mi deuda, que originalmente era de 43 mil pesos mexicanos, terminó siendo por $78,500.00 según ellos argumentando gastos por recuperación e intereses. Cuando me quitaron el vehículo solo me entregaron un acuse de entrega sin membrete, indicando solo las placas del auto y firmando tanto testigos como gestor con un solo apellido.