Justicia Para Cooper Les contaré la triste historia de Mi Angelito Cooper. Hasta el martes 10 de agosto, tenía un perrito Pomeranian llamado Cooper de 8 años, con insuficiencia renal Crónica, se la estaba tratando con muchos medicamentos, esto fue hace 6 meses y mostró mejoría con un tratamiento que me dieron en el hospital de Petco, los medicamentos eran: 1. Azodyl 2. Lpaketine El miércoles 4 de agosto, empezó a vomitar teniendo síntomas de reflujo muy fuertes y temblorina constante, entonces lo llevé a una clínica llamada Clínica Veterinaria del Bosque, ubicada en Hacienda de Temixco 8 en Bosques de Echegaray, C. P. 53310 en Naucalpan de Juárez, ya que por la hora en la que presento los síntomas, no podía llevárselo a la médica tratante de Petco, porque a esa hora no atienden y se veía malito, y lo tuvimos que llevar de emergencia y fue la primera y más cercana clínica de 24 horas que encontramos. Les comenté sobre la condición de mi perro y me dijeron que lo iban a medicar tomando en cuenta su condición. La persona que lo atendió, nos dijo que tenía que ponerle unas inyecciones pero nosotros nos negábamos a que lo inyectaran por el antecedente que nos habían ya dado en Petco sobre las posibles consecuencias de ello, pero él aseguró que los medicamentos eran amigables para alguien en su condición. Le diagnosticó gastroenteritis y enfermedad respiratoria. Le pusieron unas inyecciones con los siguientes medicamentos: 1. Citrato de maropitant para controlar el vomito 2. Dexametasona para la inflamación 3. Enrofloxacino que es un bactericida, antibiótico Después de las inyecciones que le pusieron, empezó a dejar de comer por si solo y solo se quedaba acostado en su camita sin quererse levantarse más que para hacer sus necesidades y en ocasiones lo tuvimos que ayudar a hacerlo, inclusive se llegó a hacer del baño en su camita. Estas inyecciones además fueron prescritas para administrárselas el siguiente día, jueves 5 de agosto, situación que nos llevó a aplicarlas. Se investigó sobre los componentes de las inyecciones y no solo no son amigables con Perros con falla renal crónica, sino que están contra indicados, además de que los síntomas que presentó mi perro eran justo los efectos secundarios del uso de antibiótico en pacientes con nefritis crónica, en el caso de la Dexametasona y el Enrofloxacino. Derivado de ese malestar que presentó Cooper lo tuvimos que llevar de emergencia nuevamente a esa Clínica el lunes 9 de agosto. Hasta ese momento aunque se veía triste aún se ponía en pie apoyando sus patitas sin mayor dificultad, inclusive hasta se acercó contento a tratar de montar una perrita. Básicamente lo llevamos a hacer estudios de Química Sanguínea y Hemograma, lo cual, fue la indicación del médico tratante. En los estudios, pues salió muy mal de niveles de creatinina y urea como ya esperábamos y nos dijo que estaba en etapa 3 de la Insuficiencia Renal, cuando en Petco siempre nos dijeron y por haber presentado anteriormente niveles más altos de creatinina y urea, que ya se encontraba en Etapa 4. Además, ese día salió con un nuevo diagnóstico el cual, fue: Pancreatitis Aguda. Cuando el miércoles 4 de agosto había diagnosticado a Cooper con gastroenteritis. Este diagnóstico, no lo tuvo anteriormente cuando lo llevamos a Petco y aunque no sea médico, pensamos que es posible que las inyecciones que le aplicaron la hayan detonado. Ese mismo día le aplicó otras inyecciones: 1. Citrato de Maropitant para el vomito 2. Buprenorfina opioide para el dolor Ese mismo día, Cooper ya se veía como dopado y como si estuviera en estado vegetativo. Quien lo trató, aseguró que era normal por la Buprenorfina. Investigamos y el efecto dura entre 2 y 10 horas. Así que lo dejamos descansar, todo ese día, solamente se mantuvo acostado en su camita, sin moverse ni para ir al baño, se hizo ahí mismo ya que por la droga pues no podía moverse. Al día siguiente cuando ya habían pasado más de 10 horas, Cooper ya no se podía ni parar, al intentar mover ligeramente sus patitas, lloraba de dolor. Obvio que tampoco podía ya ni ir al baño se hacía en su camita o ni siquiera hacía del dolor tan fuerte. Se encontraba en un estado como vegetativo y solo podía con sus pocas fuerzas, mover su cabecita tantito. Entonces lo llevamos nuevamente a la clínica el martes 10 de agosto para pedir una explicación del tema que ya no se ponía de pie. Para eso, admitió que esos medicamentos que él prescribió si le pudieron haber causado eso debido a su condición cuando anteriormente nos indicó que no podía ser que la causara algún problema. Obvio mucho menos esperar que lo dejara en ese estado. Total que para atenderlo nos dijo que teníamos que hospitalizarlo para un tratamiento con electrolitos y sodio para mejorarlo pero que si lo hacíamos, no nos garantizaba su recuperación y que podía hasta morir en la misma. En todas las sesiones que fuimos con él, esta persona repitió mucho el hecho de que ya solo por tener la insuficiencia renal desde que lo diagnosticaron, era candidato a Eutanasia. Desde que nos lo dijo y considerando su constante indicación o sugerencia de la eutanasia, u considerando el estado tan mal en el que ya se encontraba considerando que lo que le inyectaron pudo haberlo provocado, inclusive hasta el médico mismo lo admitió que fue lo que le pudo haber causado eso. El martes mismo, tomamos la decisión de finalmente darle descanso puesto que el sufrimiento físico y mental de Cooper se veía en un estado ya demasiado deplorable. Ese día alrededor de las 1200 pm, partió para no sufrir más. Un dato importante es que en la receta de los Medicamentos aparece que la cédula profesional del médico tratante está en trámite. El nombre de la persona que prescribió a Cooper es Alhan Sanchez Mejía. Los precios no son accesibles y lo único que hacen es empeorar el estado de salud de sus pacientes con personal que ni siquiera debería tener facultad para recetar. Este señor me aseguró que todo lo recetado era amigable con su falla renal y solo me bastó una visita en google y una llamada telefónica para saber que todo lo que le inyectó estaba rotundamente contra indicado para pacientes de su condición, nunca me imaginé que podrían tener gente encargada de animales que no tiene ni Cédula Profesional. Tengo estudios de todo, tengo la receta que me mandó con el antibiótico contraindicado, tengo todo, hasta la grabación de él admitiendo que lo que le prescribió pudo haberle causado la gravedad que le causó y que nos llevó a determinar su eutanasia. El propósito de contarles mi historia, es que sepan lo sucedido y la negligencia que se aplicó a Cooper y no lleven a sus mascotas a una clínica capaz de tener como empleada a este tipo de personas. Es verdad que mi perro ya estaba enfermo, pero pudo vivirme un año mas o quizá 2 con un mejor estado de salud en la que culminó su vida si se le hubiera tratado de forma adecuada, médicamente hablando, pero la forma en la que tuve que dormirlo con tanto sufrimiento, no se lo deseo a nadie, sin poderse mover y temblando. En estos momentos estoy viviendo el peor duelo que he tenido en mi vida, lo único que busco es justicia para mi bebé que ya está en el cielo y evitarle más sufrimiento y malas prácticas a otros animalitos inocentes, ojalá pudieran ayudarme a difundirlo.