Si bien no fue la abogacía la profesión que soñé de pequeño, sino el ser veterinario por el amor que tenía hacia las mascotas, ahora me doy cuenta que ambas profesiones tienen algo en común, que es el amor a mi entorno y mi prójimo. Con 15 años de experiencia profesional, aunque dentro de este tiempo no todo ha sido en el área del litigio, sino que inicié mi trayectoria en la carrera judicial.

Fueron 5 años de carrera judicial, tiempo en el que hice grandes amigos y tuve grandes mentores, pero no fue nada fácil este tiempo, fueron momentos de mucha tensión y estrés, por lo delicado de los temas que se desarrollan en un juzgado.

El momento más feliz de mi carrera profesional, fue cuando inicié mi práctica profesional como abogado independiente. Fue el momento más feliz pero no el más fácil. Como abogado independiente he tenido que enfrentarme a muchos retos tanto de mi entorno como personales. En este tiempo he adquirido grandes enseñanzas como el de la paciencia, serenidad, y evitar ante todo las reacciones, en el mundo del Derecho se debe ser ante todo muy cauto en todo.

Me considero un abogado poco convencional, ya que aparte de mi amor esta noble profesión, también soy amante de la filosofía y del arte, y como profesionista trato que todo lo que haga darle un toque de arte y mucha sabiduría.

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