La fianza: una forma de garantizar obligaciones

Es importante que conozcas esta figura. En este artículo te explicamos qué es una fianza, cuáles son los tipos de fianza más comunes y algunas recomendaciones a tomar en cuenta para solicitar una.

¿Qué es una fianza?

Nuestro Código Civil Federal, en su artículo 2794, define a la fianza como: “contrato por el cual una persona se compromete a pagar por el deudor, si éste no lo hace”.

La fianza civil puede ser legal, judicial o convencional, y pueden prestarla los fiadores de manera gratuita o hacerlo a título oneroso; sin embargo, este tipo de fianza suele ser utilizada entre familiares o amigos, por lo que generalmente es gratuita.

En nuestro país, existen sociedades dedicadas al otorgamiento de fianza (conocidas como afianzadoras); estas instituciones son las preferidas por los acreedores, puesto que tienen la capacidad económica suficiente para el cumplimiento de las obligaciones y regulaciones que permiten hacer efectivas las garantías. Lo cual, brinda mayor seguridad al acreedor de que su pago está siendo garantizado.

De acuerdo con el artículo segundo de la Ley de Instituciones de Seguros y Fianzas, se define a la institución de fianzas como aquella: “sociedad anónima autorizada para organizarse y operar conforme a esta Ley como institución de fianzas, siendo su objeto el otorgamiento de fianzas a título oneroso”.

La fianza es comúnmente confundida con los seguros. Por ello, debemos recordar que el seguro es un contrato distinto a la fianza, que se celebra entre una compañía aseguradora y un asegurado; en el que la primera, se compromete a pagar una cantidad estipulada al asegurado o su (s) beneficiario (s) a cambio del pago de una prima.

Si deseas saber más sobre seguros, consulta nuestra guía sobre este tema aquí.

Tipos de fianza más comunes

De acuerdo con la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas; atendiendo a la obligación que es garantizada, las principales fianzas de empresa son:

I. Fianzas de Fidelidad: garantizan el resarcimiento del daño que cause un empleado por la comisión de un delito en contra de los bienes de la empresa beneficiaria o de los que ésta sea jurídicamente responsable.

II. Fianzas Judiciales: garantizan el cumplimiento de los deberes y obligaciones de actos de particulares o del sector público dentro de un procedimiento judicial o derivado de resoluciones judiciales.

III. Fianzas Generales o Administrativas: garantizan el cumplimiento de obligaciones generales emanadas de un contrato entre dos partes, y que no sea posible identificar dentro de los ramos de Fidelidad, Judiciales o de Crédito.

IV. Fianzas de Crédito: garantizan la obligación del pago de recursos monetarios derivada de un compromiso crediticio. En todos los casos el acreedor beneficiario de este tipo de fianza deberá estar constituido como persona moral.

Es muy importante que revises tu contrato antes de firmarlo

¿Qué es una póliza de fianza y qué deben contener?

De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española, la póliza es aquel documento justificativo del contrato de seguros, operaciones de bolsa y otras negociaciones comerciales.

Es importante que conozcamos lo que contiene nuestra póliza de fianza; ya que, al ejercitar su derecho, el beneficiario deberá comprobar por escrito que la póliza fue otorgada.

De acuerdo con el artículo 166 de la Ley de Instituciones de Seguros y Fianzas, las Instituciones sólo asumirán obligaciones como fiadoras, mediante el otorgamiento de pólizas numeradas y documentos adicionales a las mismas, tales como de ampliación, disminución, prórroga, y otros documentos de modificación.

En el mismo numeral, se establece que las pólizas de fianza deben contar, cuando menos, con los siguientes elementos:

• Nombre y domicilio de la Institución, del fiado y del beneficiario;
• Obligaciones legales o contractuales del fiado materia de la obligación garantizada;
• Monto afianzado, garantizado por la fianza o convenido de la indemnización;
• Forma en que el beneficiario deberá acreditar a la Institución el incumplimiento de la obligación garantizada;
• Momento de inicio de la fianza y, en su caso, también su vigencia;
• Firma del representante de la Institución, y
• Demás cláusulas que deban regir la póliza de acuerdo con las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas aplicables.

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Fuentes:

Código Civil Federal

Comisión Nacional de Seguros y Fianzas

CNSF. Francisco Javier Olivares Ramírez, Diagnóstico de la Industria de Fianzas en México

Diccionario de la Real Academia Española

Ley de Instituciones de Seguros y Fianzas (última reforma 2018)